Encapsulación segura y permanente de zonas contaminadas

Los antiguos vertederos y lugares contaminados suelen taparse y rehabilitarse. Estas obras de ingeniería también pueden incluir la reutilización beneficiosa de los emplazamientos. Los contaminantes in situ y el asentamiento irregular del terreno sobre estas antiguas celdas de residuos plantean una serie de retos geotécnicos. Como tales, las medidas de sellado se seleccionan generalmente por su capacidad para aislar y contener contaminantes. Las medidas de cierre también pueden evaluarse en función de su capacidad de aumentar la capacidad de carga del emplazamiento para una reutilización más segura.

Los sistemas de sellado de antiguas celdas de residuos y emplazamientos contaminados deben ser de la máxima calidad. Esto es especialmente cierto cuando se planea la reutilización de terrenos (por ejemplo, para parques infantiles, jardines públicos o campos deportivos). Si se pretende una reutilización más comercial, como un aparcamiento, o si una vía con tráfico va a pasar por encima de alguna parte del terreno, se requiere una mayor capacidad de carga.

Con frecuencia, se deben reconstruir taludes pronunciados para ahorrar espacio o para que funcionen correctamente dentro de un diseño de reutilización. Los sistemas de recubrimiento geosintéticos permiten un uso eficiente de los suelos locales. Cuando se necesita reformar considerablemente el terreno si se requieren fuentes de suelo externas, la posibilidad de utilizar los suelos del sitio local puede suponer un ahorro considerable en el proceso de construcción, tanto desde el punto de vista de la adquisición de materiales como en términos de una disminución significativa en los plazos de construcción. Podrían evitarse costosas medidas de descontaminación. La reducción o eliminación del transporte pesado de material externo no sólo ahorra costes, sino que también reduce la huella de carbono del proyecto.

Las geomembranas y los revestimientos geosintéticos de arcilla encapsulan las zonas contaminadas de forma segura y permanente, mitigando o eliminando los vertidos contaminantes. Estas barreras geosintéticas, en forma de rollos, se pueden instalar eficientemente. Sus numerosas variantes de productos, respaldadas por materias primas de alta calidad, permiten adaptarlos a los retos específicos de cada sitio, como la agresividad de los contaminantes que deben contenerse, la topografía del emplazamiento, las variaciones de las precipitaciones y mucho más. Y, en comparación con las soluciones de sellado tradicionales (por ejemplo, arcilla compactada y otras medidas de mejora del suelo in situ), los sistemas geosintéticos son mucho más finos y, sin embargo, proporcionan tanta o más seguridad. Esta ventaja supone un ahorro en los costes de sellados y permite a un emplazamiento maximizar su volumen de almacenamiento antes del cierre.

El refuerzo con geomallas también se utiliza en estas obras para permitir el tráfico o la construcción sobre suelos blandos o para estabilizar zonas contra el colapso. Los geotextiles no tejidos, incluidos los no tejidos implementados en una geomalla, también pueden utilizarse para separar y estabilizar los suelos. Para conseguir un GCL ecológico, económico y de mayor rendimiento para encapsular lugares contaminados, se puede utilizar un GCL multicomponente Bentofix® con un revestimiento impermeable de polietileno. Contribuye a que las instalaciones de GCL sean aún más eficaces, seguras y duraderas, ya que se instalan dos sistemas de barrera en un solo paso. El multicomponente ® GCL mejora el rendimiento global y reduce los riesgos de un único sistema de revestimiento.

Loading...